jueves, 15 de octubre de 2009

Soneto del Atardecer

Sólo un fleco de sol en la cuchilla:
llegan al rancherio, desgranados,
silenciosos los más, esimismados.
A la sordina silba y desensilla

algún muchacho en cuyos ojos brilla
el tízon de sus años afiebrados;
en penumbra se borran alambrados;
la vida es como un perroque se ovilla.

La cocina se anima poco a poco;
al besar la bombilla generosa
toda hosquedad se apaga como el Jopo

de espuma que en el mate pavonea.
La pampa, en tanto, insomne y misteriosa
le quita a la leyenda su manea.


                                      Trento Passaponti.
                                      Si a pan te sabe; 1943



Trento en Moreno

Trento Passaponti se radicó en Moreno luego del asesinato de su hijo. Su primer farmacia estaba ubicada en frente de lo que es hoy el nuevo hospita, trasladándose luego a la esquina de Martinez Melo y Güemes, en la actualidad denominadas Libertador y Viamonte.


Un Mundo más complejo 

Tu vida será una sucesión más o menos largas de días y de noches, de alboradas y atrdeceres. Desdichado si, de cada alba, de cada atardecer, no se te adentra en el espíritu la sensación de que la has vivido, distinta de la de ayer. Si no lo logras así, repróchatelo; porque será que nada has hecho en ese intervalo, para que la impresión recogida, tenga un matiz nuevo (...) Escribeme para transmitirme el choque que habrá de producir en ti, ese asomarse a un mundo más complejo... más artero que el que has conocido hasta hoy, en la chacra y en la escuelita de aldea.
(...) Se desprendió de mi y como empujándome hacia la puerta, dijo al salir.
-Ya se fue ptro día... Pero no estará en blanco. Ni en tu vida, ni en la mia.

                          Trento Passaponti,
La chacra del mangrullo; 1967

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