lunes, 25 de enero de 2010

Eva Perón.
Entre el mito y la realidad

A más de medio siglo de la muerte de Evita, su figura navega entre la memoria, la historia y el sentimiento.
Cada uno se apropia de ella desde un lugar diferente y, desde allí, construye su propia dimensión de esta mujer que, desafiando los tiempos que le tocaron vivir, le puso el cuerpo a sus sueños para hacerlos realidad en su pueblo.
Cada argentinoconstruyó su Eva, desde el amor o desde el odio. María Eva Duarte de Perón, Eva, Evita, "La Señora", "La Perona", "Esa mujer"... Evita se ha convertido en uno de los grandes mitos de nuestra historia, pero, ¿Quién fue Eva Perón?.
María Eva Duarte, nació en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, el 7 de mayo de 1919. Es la quinta hija de Juana Ibarguren y Juan Duarte. En 1926, muere su padre y al poco tiempo la familia se traslada a Junín. La etapa escolar de Eva se desarrolla es éste pueblo, y es en la escuela donde aparece su vocación por la declamación y el teatro. En Octubre de 1934, Evita viaja a Buenos Aires acompañada de su madre para pasar una prueba en Radio Cultura. Ese mismo año fija su residencia en Buenos Aires, consagrándose a la carrera artística. A lo largo de poco más de diez años (1934-1945) integra las companías teatrales de los más importantes directores de la época y se afirma frente a los micrófonos de las radios de mayor audiencia. Destacándose en programas como "Biografía de mujeres ilustres", donde encarnaba la figura de las grandes mujeres del mundo, como Isabel I de Inglaterra, Isidora Duncan o Catalina la Grande, o "Hacia un futuro mejor", ciclo de exaltación de los postulados de la revolución de 1943. Ambos trasmitidos por radio Belgrano.
En 1944 es elegida Presidenta de la Agrupación  Radial Argentina, entidad con fines solidarios y gremiales en cuya fundación en 1943 había participado. Es desde esta agrupación que los artistas se suman a la colecta por el terremoto que destruyó la ciudad de San Juan en 1944, convocados por el entonces Coronel Juan Domingo Perón, a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión.
A partir de entonces el Coronel y la joven actriz no se separan más. Los históricos sucesos del 17 de octubre de 1945, marcarán el fin de la carrera artística de Eva Duarte y dará paso al costado más comprometido de ésta mujer con su pueblo, junto al hombre,con el que "se casó porque se amaban, y se amaban porque querían la misma cosa, un país justo, libre y soberano", según cuenta ella misma en La Razón de mi Vida.
Luego de contraer matrimonio el 22 de octubre de 1945 por civil y el 10 de diciembre consagrar la unión en la Iglesia de San Francisco, en la Ciudad de La Plata, Eva Duarte dará paso a Eva Perón, asuminedo con la misma pasión con la que desarrolló su carrera artística, su doble rol. Como esposa del presidente de los argentinos será Eva Perón. Como compañera incansable del Líder de un pueblo que despertaba, será Evita.
Evita es la que dedica incansables horas a atender las necesidades de los que nada tienen. No solo en su país, sino también, a través de la Fundación que llevará su nombre, socorre a los desamparados de otros países como Ecuador, España, Italia, Israel, Perú, Bolivia, Estados Unidos, entre otros. Siendo condecorada en muchos de ellos por su obra.
Al mismo tiempo es la esposa del primer trabajador, el puente entre Perón y los obreros. Desde la campaña presidencial entre fines de 1945 y principios de 1946, Evita es quien recorre, junto al futuro presidente de los Argentinos, Juan Domingo Perón, talleres y fabricas. Una vez asumida la presidencia será ella quien los reciba los días miércoles, día en que Perón se reunía con los gremios, para conducirlos hasta su presencia. Si bien raras veces participaba de las reuniones, la relación con los gremios no cesará hasta su prematura muerte en 1952. Y conformará el basamento de su poder político y eficaz sostén de su obra.
Para los grandes actos protocolares dejará sus trajecitos sastres y será una glamorosa Eva Perón que recibe junto a su esposo a grandes personalidades, a muchas de las cuales llevará a recorrer las obras de la fundación. Ministros, cancilleres, presidentes vieron a su lado las transformaciones de la nueva Argentina plasmada en hogares de tránsito, escuelas, hospitales, hogares de ancianos y hogares para niños. Uno de ellos fue el príncipe Bernardo de Holanda, quien en 1950 visito junto a Evita el Hogar Lasalas y Riglos, en nuestro querido Moreno.
Eva nunca se atribuyo ninguna de las obras, todo era obra de Perón, ella se veía así misma como una simple ejecutora de un proyecto mucho más amplio que dirigía el coronel Perón. Ni Eva Perón ni Evita, ocuparon nunca un puesto dentro del gobierno, su apoyo incondicional a la causa peronista lo hizo desde el puesto de "simple soldado de la causa".
Mucho se ha escrito sobre su accionar, impulsivo, irracional, vengativo, apasionado. Como si fueran cualidades propias de las mujeres. Sus detractores además la acusaban de fría, calculadora, trepadora y tirana. Ella se definía así misma como idealista y fanática. En La Razón de mi Vida, ironiza con éstos epítetos cuando dice "si los cuerdos habían gobernado por tanto tiempo y estábamos tan mal, sería bueno darle una oportunidad a los idealistas como ella para variar la historia". Lo cierto es que, entre 1946 y 1952 la República Argentina contó con dos grandes personajes que se complementaron en el ejercicio del poder: Juan Domingo Perón y Eva Perón, quien lo detentó y ejerció en fumción de las necesidades que demandaba el proyecto nacional emprendido por su esposo. Por ello creo que no se pueden estudiar estos liderazgos de forma separada. Evita formó parte del gobierno peronista y su participación dentro del mismo fue la de unir aun más a los descamisados con Perón. Este vínculo se fortaleció por varias razones, en primer lugar porque era la esposa del Presidente y en segundo lugar porque actuaba en su nombre. Ciertamente, Perón era el lider indiscutido, el conductor del proceso y el ideólogo de toda la transformación que se emprendiera en el país, por su parte Eva llevó adelante la doctrina elaborada por Perón, convirtiéndose en la encargada de implementar sus planes con un alto grado de independencia en sus decisiones políticas, orientadas siempre hacia una finalidad central: la justicia social.
En pocas palabras, Evita estaba construyéndose en una extensión del poder de Perón y como tal jugaría varios roles por el que se gano el amor de su pueblo y el odio de quienes no supieron comprenderla.
Si me preguntan, entre tantas Evitas con cual me quedo, elijo sin duda, esta Eva...Una mujer fuerte, poderosa, ideológicamente convencida, que fue capaz de dar su vida por el prójimo.

Laura Macek         
 

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