miércoles, 6 de enero de 2010

Alberto Methol Ferré y la patria grande

El oriental Alberto Methol Ferré, una de las cumbres
del pensamiento nacional de la Patria Grande, nos dejo físicamente
en el pasado mes de noviembre. La difunsión de su prédica,
más vigente que nunca, es el mejor homenaje.
El siguiente texto pertenece al libro que le editara el Instituto
Superior Arturo Jauretche,
dirigido por el Profesor Marco Roselli.


¿Cuándo se ha visto a una Superpotencia preparar sus límites, promoviendo y no reprimiendo el surgimiento de un Concierto de Potencias? Pero si no lo hace, su hegemonía al no poder por sí inventar el "orden mundial", puede sí generar un "largo interregno" sin orden internacional con desordenes crecientes. Tal el dilema que abre el siglo XXI.
El Mercosur es uno de los más humildes aspirantes, por su lógica íntima a integrar el Concierto del siglo XXI, de un mundo plural. Ya explicamos por qué era el mayor acontecimiento latinoamericano de la oleada integracionista de los 90. Esto se da conjuntamente con varios acontecimientos nuevos y convergentes.
En la vista del presidente Clinton de octubre de 1997 a Brasil y Argentina, haciendo un reconocimiento expreso al Mercosur, Kissinger que entonces estaba en Río de Janeiro comentó: "es una nueva experiencia para Estados Unidos negociar en el hemisferio con un bloque de países al que no pertenece, pues cuando alguien esta acostumbrado a ser dominante debe realizar ajustes si otro país o países comienzan a tener un rol importante". Y aconsejó: "tienen que cuidar de no parecer que nos están excluyendo de una parte del mundo". Y esto es cierto. Si la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría culminaron con el desalojo de Europa Occidental de América Latina por parte de los Estados Unidos, la década del 90 asiste también al regreso de Europa Occidental bajo dos formas: las Conferencias Iberoamericanas (con España y Portugal) y la propuesta de la Unión Europea de una "zona de libre comercio" entre su bleque y el bloque del Mercosur, que se realizará en 1999 en Río de Janeiro. Por otra parte, a partir de las mediaciones en los finales de la "Guerra Fría" en Centroamérica, en 1990 también se configuró el Grupo de Río con 14 países latinoamericanos, retomándose en forma más amplia, los intentos de los Congresos hispanoamericanos del siglo XIX, y de modo regular. Nunca había funcionado así América Latina en su conjunto. Todo esto muestra al Mercosur dentro de una constelación de acontecimientos nuevos en América Latina.
De tal modo, el Mercosur se asoma necesariamente al escenario mundial. Se vuelve así indispensable pensarnos congruentemente no sólo en la relación con América Latina sino también con el mundo. El esfuerzo más solvente en este sentido lo ha realizado el brasileño Helio Jaguaribe con su hondura característica. Se plantea dos escenarios mundiales posibles: o la única "potencia global" los Estados Unidos camina hacia un Imperio Global o se genera lo que se llama un "directorio" mundial plural. Asuntos de nombres, preferimos el de Concierto. Y piensa que el Mercosur debe contribuir al surgimiento del Concierto plural.
Estamos conformes con Kissinger y Jaguaribe que la mejor y dificil alternativa es el Concierto. Al menos a corto plazo. Pero, a nuestro criterio, no con la antinomia del Imperio, sino con la del "interregno", "tiempos revueltos mundiales" por falta de capacidad de ningún Estado Continental nuclear de generar por sí solo "el nuevo orden mundial". Ni siquiera los Estados Unidos. Y esto muestra la profunda crisis en la que ha entrado el proceso de globalización, a solo seis años de la disolución de la URSS. En 1997, la crisis asiática. En 1998, la crisis de Japón y Rusia. En 1999, su apertura con la crisis del Brasil y por ende del Mercosur. ¿El nuevo orden es la desregulación financiera y la crisis permanente de la periferia de Estados Unidos?.
Pero esta crisis no va a vulnerar al Mercosur. En él, América Latina ha encontrado su "núcleo básico de aglutinación" y ya ha probado el fruto prohibido de una política real latinoamericana. No hay más regreso posible a la retórica y al "bulto". Sólo queremos terminar reafirmando la perspectiva que enunciábamos en 1995: "El Mercosur es el gran desencadenante de la nueva Integración, que preside nuestra entrada en el siglo XXI. Eso no quiere decir que sea una entrada necesariamente serena, pues puede ser muy turbulenta. Sería lo más normal. El Mercosur inaugura propiamente la nueva historia latinoamericana".

Alberto Methol Ferré 

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